Los trastornos asociados al latigazo cervical (WAD) es un término utilizado para describir el conjunto de síntomas que pueden ocurrir después de una aceleración y desaceleración repentina de la cabeza y el cuello, más comúnmente durante una colisión automovilística (MVC). Las personas que experimentan un evento de este tipo pueden no sufrir lesión alguna, mientras que otras pueden tener resultados catastróficos. En muchos casos, una persona que sufre un latigazo cervical puede desarrollar dolor y rigidez en el cuello que pueden inducirle a buscar atención quiropráctica. Los médicos quiroprácticos también tratan a pacientes con dolor de cuello no traumático. ¿Existe alguna diferencia en la presentación de los pacientes con lesión de cuello traumática frente a la no traumática?
Un estudio publicado en mayo del 2024 puede ayudar a dar a los proveedores de atención médica una mayor comprensión de cómo se comparan y contrastan estos dos tipos de trastorno del cuello. El estudio incluyó a 41 pacientes que buscaban atención por dolor de cuello a uno de los tres centros de salud los dos años siguientes a un MVC, donde luego se les examinó y trató. Esto brindó a los investigadores una oportunidad única para identificar cualquier cambio biomecánico, de tolerancia a la actividad, o diferencias en la intensidad del dolor resultantes de la lesión por latigazo cervical.
El equipo de investigación descubrió que los niveles de dolor aumentaron de 2,5 a 5,0 (en una escala de dolor de 0 a 10) después del latigazo cervical. Asimismo, en una escala de discapacidad del 0 al 100% (medida por el cuestionario del Índice de Discapacidad Cervical, comúnmente utilizado), la tolerancia a la actividad empeoró del 15,7% al 32,8%. Los resultados de las radiografías previas y posteriores al latigazo cervical revelaron un mayor aplanamiento de la curva cervical (un promedio de 8 grados) en todos los niveles de la columna cervical, pero mayor en la columna cervical media. Los pacientes también eran más propensos a mostrar una postura de la cabeza adelantada, en la que la cabeza descansa por delante de la línea media del cuerpo, vista desde un lado. Cuatro de los pacientes también desarrollaron traslación segmentaria (exceso de movimiento) en la columna cervical.
Numerosos estudios han informado una correlación entre la alteración de la curvatura del cuello y la disfunción biomecánica resultante y sus efectos, como dolor de cuello y degeneración articular y discal acelerada. La pérdida de la curva cervical después de un latigazo cervical puede ayudar a explicar por qué hasta el 50% de los pacientes lesionados por WAD continúan reportando dolor, disfunción e incapacidad persistentes un año después de la lesión. Por lo tanto, restaurar la curvatura cervical tanto como sea posible es a menudo un objetivo del tratamiento en pacientes con WAD.
Los médicos quiroprácticos están bien capacitados en el diagnóstico y tratamiento de pacientes con WAD, incluido el tratamiento para tratar los defectos posturales de la columna cervical. Aunque los detalles pueden variar ya que el caso de cada paciente es único, el tratamiento quiropráctico para WAD a menudo será de naturaleza multimodal y abarcará terapias manuales, diversas técnicas de tracción cervical, enfoques específicos de ejercicios, técnicas de autocuidado, y recomendaciones dietéticas/suplementarias para ayudar en el proceso de curación.