La pérdida funcional es un término utilizado para describir la incapacidad de realizar las actividades cotidianas de la vida, como bañarse, vestirse, levantarse de la cama, ponerse de pie, caminar, usar al baño, y comer. De acuerdo a los expertos, el dolor de la columna es una de las principales causas de la pérdida funcional, especialmente entre las personas mayores, a menudo debido al desgaste asociado con la edad que afecta los diversos tejidos de la parte baja de la espalda.
Una condición particular, la estenosis espinal lumbar (LSS, por sus siglas en inglés), se caracteriza por un estrechamiento de los orificios por los que pasa la médula espinal, así como los nervios que se ramifican desde la médula espinal y viajan a la cabeza, los brazos, el tronco, y las piernas. Los términos estenosis “central” y “lateral” se aplican al espacio de la médula espinal y a los espacios de las raíces nerviosas, respectivamente. Es importante hacer notar que los vasos sanguíneos que viajan con estos tejidos del sistema nervioso, las estructuras neurovasculares, también pueden comprimirse. Un estudio, que analizó los datos de la Cohorte del Estudio Framingham, encontró que casi la mitad (47,2%) de los adultos de 60 años tienen algún grado de LSS.
Además de los síntomas asociados con LLS, como dolor lumbar y rigidez, los pacientes también pueden experimentar poca tolerancia a estar parado y para caminar, lo que se conoce como claudicación neurogénica (NC). Cuando la NC está presente, los pacientes también informarán que una o ambas piernas se sienten pesadas, cansadas, adoloridas, con calambres, entumecidas, y/o débiles. También pueden experimentar problemas de equilibrio, lo que puede ser un problema real porque las caídas pueden afectar significativamente la salud a largo plazo y la capacidad de una persona mayor para permanecer independiente.
La buena noticia es que a la mayoría de estos pacientes les va bastante bien con la atención no quirúrgica, como el tratamiento quiropráctico. Una revisión sistemática y metanálisis del 2022 sobre LLS con NC informó que la investigación actual respalda un enfoque de tratamiento no farmacológico multimodal inicial que incluye la educación del paciente, ejercicios de rehabilitación, y las terapias manuales—todo lo cual puede ser proporcionado por un médico quiropráctico.