La atención quiropráctica es una forma de tratamiento altamente efectiva para muchas afecciones cervicales o relacionadas con el cuello. Pero, ¿cómo determinan los quiroprácticos qué está causando el dolor y qué enfoque tomar para manejar la condición del paciente? Echemos un vistazo a lo que hacen los quiroprácticos cuando un paciente presenta dolor de cuello.
HISTORIAL: En la parte detectivesca del trabajo, el quiropráctico tiene que determinar 1) qué genera el dolor o la afectación de los tejidos; 2) descartar las “señales de alerta” peligrosas (cáncer, infección, lesión de la médula espinal, fractura) que requerirían la remisión del paciente al médico, a un especialista, o a la sala de emergencias; y 3) identificar y atender las "banderas amarillas" (barreras para la recuperación como depresión, ansiedad, malas estrategias de afrontamiento, y más). Este proceso comienza con la elaboración de un historial de la dolencia para identificar cuánto tiempo ha experimentado el paciente la afección, dónde se siente el dolor y si se irradia a otras partes del cuerpo, clasificando la gravedad del dolor, cuándo empeora o mejora el dolor, y más. Los cuestionarios a menudo se usan para ayudar a identificar las banderas rojas y amarillas y para determinar cómo la condición afecta las actividades, el estado de ánimo, y los otros aspectos de la vida del paciente.
EVALUACIÓN: La fase de evaluación comienza con la identificación de los generadores de dolor. Para hacer esto, los quiroprácticos usan varias pruebas para evaluar la provocación o reducción del dolor, la radiación del dolor, y el "comportamiento del dolor" del paciente asociado con el resultado "positivo" o "negativo" de la prueba. Por ejemplo, si inclinar la cabeza hacia adelante (de la barbilla al pecho) a menudo se siente mejor y mirar hacia arriba a menudo duele y a veces provoca un dolor que se irradia hacia un brazo, entonces el quiropráctico realizará otras pruebas para evaluar la conducción nerviosa, como la fuerza, la sensibilidad, y pruebas de compresión nerviosa. El examen también puede incluir el uso de herramientas de diagnóstico, como los rayos X, si es necesario.
TRATAMIENTO: Una vez que el historial y la evaluación estén completos, el médico quiropráctico podrá hacer un diagnóstico y formular un enfoque de tratamiento. Esto puede consistir en terapias manuales (manipulación espinal, movilización, trabajo de tejidos blandos, etc.) realizadas en el consultorio, posiblemente incluyendo modalidades como tracción, TENS, o láser frío. Los pacientes también pueden recibir instrucciones sobre el uso de calor, hielo, modificaciones de actividad, e información nutricional/dietética para ayudar a reducir la inflamación. Adicionalmente, el quiropráctico puede recetar al paciente ejercicios para realizar en casa para ayudarle en el proceso de curación.
Después de un curso de atención inicial—como tres visitas a la semana durante dos semanas—el quiropráctico puede volver a evaluar al paciente para determinar si las visitas deben reducirse gradualmente o si el paciente puede ser dado de alta de la atención para regresar según sea necesario.