A través de su instrucción quiropráctica inicial universitaria, así como la educación continua y la capacitación/certificación de posgrado, los médicos quiroprácticos están equipados con una variedad de técnicas y terapias para controlar las afecciones musculoesqueléticas, incluido el dolor lumbar (LBP). Los estudios han encontrado que una causa común que contribuye al dolor lumbar es la disfunción de la fascia toracolumbar (TLF). El propósito del TLF es permitir que los diversos grupos de músculos entre la caja torácica inferior y el borde pélvico en ambos lados de la espalda baja se deslicen suavemente de forma independiente entre sí durante el movimiento normal. Cuando se forman adherencias en la fascia, pueden restringir la capacidad de los músculos para moverse de forma independiente, lo que puede aumentar el riesgo de dolor y lesiones en la zona lumbar y en áreas asociadas del cuerpo.
Una opción de tratamiento para abordar problemas en el TLF que pueden causar dolor y discapacidad en la espalda baja es la liberación miofascial (MFR). La liberación miofascial es un tratamiento práctico en el que un médico quiropráctico aplica presión con las manos, el codo o una herramienta para estirar los músculos para amasar los puntos gatillo o las adherencias que pueden inhibir la capacidad de los músculos para deslizarse entre sí durante los movimientos normales.
En un estudio del 2021, 36 pacientes con dolor lumbar crónico inespecífico recibieron una sola sesión de 40 minutos de MFR o un tratamiento simulado. Los pacientes en el grupo MFR experimentaron una mejor actividad muscular en la zona lumbar, según la electromiografía de superficie (sEMG), así como una reducción tanto del dolor como de la discapacidad.
En otro estudio que incluyó a 109 pacientes con dolor lumbar crónico, los investigadores observaron que aquellos que recibieron una sola sesión de 40 minutos de MFR no solo experimentaron una mejor actividad muscular en la parte inferior de la espalda inmediatamente después del tratamiento, sino que estas mejoras persistieron hasta un mes después en una visita de seguimiento. No se registraron tales mejoras entre los participantes que no recibieron ningún tratamiento.
Debido a que una afección lumbar puede tener varias causas subyacentes, un médico quiropráctico a menudo adoptará un enfoque multimodal para lograr el mejor resultado para el paciente. Además de la MFR, un quiropráctico también puede emplear terapia de manipulación espinal, terapia de movilización, terapia de tejidos blandos, entrenamiento con ejercicios, modificación de actividades, modalidades de fisioterapia, asesoramiento nutricional y más. Todo depende del caso particular del paciente, así como de la formación y las preferencias de tratamiento de su médico.