Muchas de las quejas que tienen los pacientes cuando visitan un consultorio quiropráctico por primera vez suelen estar relacionadas con pequeños problemas que ocurrieron años antes.
Por ejemplo, un paciente pudo haber estado involucrado en un accidente automovilístico a baja velocidad y ahora tiene un problema con el cuello. Después de un examen minucioso y radiografías, su médico quiropráctico notó la presencia de una pequeña degeneración del disco cervical que podría haber hecho que el cuello del paciente sea menos capaz de resistir las fuerzas de la colisión, lo que podría empeorar su lesión actual y hacerla más difícil de tratar.
Años antes, ese mismo paciente pudo haber experimentado una caída menor o un accidente que resultó en rigidez o dolor en el cuello, pero cuando el dolor desapareció gradualmente, asumieron que el problema también.
Desafortunadamente, es posible que el cuerpo no se haya curado completamente por sí solo. Con el tiempo, es posible que la postura del paciente haya cambiado levemente y/o que la movilidad en el cuello no se haya restaurado por completo y que las pequeñas articulaciones de la columna hayan comenzado a desgastarse o degenerarse, algo parecido a cuando los neumáticos se desgastan de manera desigual en un automóvil que está fuera de alineación.
Varios estudios han demostrado que la degeneración espinal preexistente se asocia con peores resultados para los pacientes con lesión por latigazo cervical. Si tu cuello te hace saber que algo no está del todo bien y presentas rigidez, dolor en el cuello o incluso dolores de cabeza, entonces es importante hacerte revisar lo antes posible. Mantener las articulaciones alineadas y su movilidad uniforme y suave puede ayudar a reducir el riesgo de problemas mayores más adelante, como una recuperación prolongada si se lastima el cuello en un futuro accidente automovilístico.
Es sorprendente lo bien que cuidamos nuestros automóviles, cambiamos el aceite regularmente, lo alineamos, pero cuando se trata de la columna vertebral, se cree que incluso un golpe contra una pared trae pocas consecuencias.
Es mejor trabajar en su postura a una edad temprana y mantener su movilidad uniforme y suave desde el principio, no después de que la artritis haya comenzado.