El cuello torcido, también conocido como tortícolis, es una condición dolorosa en la que la parte superior de la cabeza generalmente se inclina hacia un lado mientras que la barbilla gira hacia el lado opuesto. La tortícolis puede tener varias causas, desde infección (resfriado, gripe u otitis media, por ejemplo) hasta dormir en una corriente de aire; sin embargo, la causa suele ser desconocida (idiopática).
En un caso típico, la tortícolis puede resolverse por sí sola en cuatro a seis semanas, pero con el cuidado quiropráctico, la función cervical puede volver a un estado normal mucho más rápido, a menudo en una semana. El tratamiento quiropráctico para la tortícolis a menudo incluye estiramientos, en los que la tracción cervical manual, la movilización espinal y las técnicas de liberación miofascial ayudan a restaurar el rango de movimiento perdido y la postura defectuosa. Una vez que se ha restaurado suficiente movimiento, un médico quiropráctico puede utilizar la manipulación espinal, que a menudo acelera la tasa de recuperación de la tortícolis. Los quiroprácticos también pueden utilizar modalidades de fisioterapia y/o proporcionar instrucción sobre ejercicios en el hogar y otras estrategias de autogestión.
Existe un tipo de tortícolis llamada tortícolis congénita en la que un bebé nace con tortícolis que desarrolló en el útero o durante el proceso de nacimiento. Las pautas actuales apoyan el tratamiento oportuno para la tortícolis congénita en lugar de adoptar un enfoque de esperar y ver. Un estudio encontró que tratar a los bebés con un mes de edad con enfoques de terapia manual suave conducía a tasas de éxito más altas que esperar hasta los seis meses o más cuando se necesitaba más cuidado para restaurar el rango de movimiento completo con menores probabilidades de éxito.
Existe un tipo de tortícolis menos común pero más grave llamada distonía cervical, a veces denominada tortícolis espasmódica, que se caracteriza por la contracción involuntaria de los músculos del cuello que tuercen la cabeza en una variedad de direcciones. La distonía cervical puede ocurrir a cualquier edad, pero es más común entre las mujeres de mediana edad. Si bien no existe una cura conocida para la afección, existen estudios de casos que muestran que la distonía cervical puede responder al tratamiento quiropráctico. En uno de estos casos de estudio, una mujer de 59 años con una historia de once años de distonía cervical experimentó una mejora dramática en la función (de 3/10 a 9/10 en una escala de 0 a 10, siendo 10 la función completa y 0 sin función) siguiendo un régimen de tratamiento que incluía manipulación de la columna cervical, terapia de reflejos, ejercicios oculares y terapia de vibración.