Lo más probable es que todos los que estén leyendo este artículo hayan tenido dolor de cabeza en algún momento. The American Headache Society reporta que casi el 40% de la población sufre dolores de cabeza episódicos cada año, mientras que el 3% tiene dolores de cabeza crónicos de tipo tensional. El Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos estima que 29,5 millones de estadounidenses experimentan migrañas, pero los dolores de cabeza tensionales son más comunes que las migrañas con una frecuencia de 5 a 1. Conocer la diferencia entre los dos es importante, ya que el diagnóstico adecuado puede orientar el tratamiento en la dirección correcta.
DOLORES DE CABEZA POR TENSIÓN: Estos generalmente resultan en un dolor constante y opresión localizados en el cuello, particularmente en la base del cráneo, que pueden irritar las raíces nerviosas cervicales superiores, resultando en dolor irradiado y/o entumecimiento en la cabeza. A veces, el dolor puede llegar a los ojos, pero a menudo se detiene en la parte superior de la cabeza. Los desencadenantes comunes incluyen estrés, tensión muscular o ansiedad.
DOLORES DE CABEZA POR MIGRAÑAS: Las migrañas suelen ser mucho más intensas, graves y, a veces, incapacitantes. Suelen permanecer en un lado de la cabeza y se asocian con náuseas y/o vómitos. Un "aura", o una advertencia previa al dolor de cabeza, a menudo viene con síntomas como una luz brillante intermitente, zumbidos o ruidos en los oídos, un flotador visual y más. En los dolores de cabeza por migraña, a menudo hay un fuerte historial familiar, lo que indica que la genética puede desempeñar un papel en su origen.
Hay muchas causas para los dolores de cabeza. Por lo general, incluyen falta de sueño y/o estrés y también pueden ser el resultado de una lesión reciente, como un accidente automovilístico y/o una lesión deportiva, especialmente cuando se acompaña de una conmoción cerebral.
Ciertas cosas pueden "desencadenar" una migraña, incluyendo cafeína, chocolate, frutas cítricas, carnes curadas, deshidratación, depresión, dieta (saltarse comidas), pescado seco, frutas secas, ejercicio (excesivo), fatiga visual, fatiga (extrema), aditivos alimentarios (nitritos, nitratos, GMS), luces (brillantes, parpadeantes, deslumbrantes), menstruación, algunos medicamentos, ruido, nueces, olores, cebollas, sueño alterado, estrés, ver televisión, vino tinto/alcohol, clima, entre otros.
La postura también es una consideración muy importante. Una postura de cabeza adelantada no solo está relacionada con dolores de cabeza, sino también con dolor de cuello y espalda. Anteriormente hemos señalado que cada pulgada (2,54 cm) que la cabeza promedio de 12 libras (5,44 kg) se desplaza hacia adelante agrega diez libras EXTRAS (4,5 kg) de carga en los músculos del cuello y la parte superior de la espalda para mantener la cabeza erguida.
Entonces, ¿Qué se puede hacer por las personas que sufren de dolores de cabeza? Primero, la investigación muestra que la atención quiropráctica es altamente efectiva para pacientes con ambos tipos de dolores de cabeza. La manipulación espinal, las técnicas de liberación de tejido profundo y el asesoramiento nutricional, son enfoques comunes utilizados por los quiroprácticos. También se recomienda a los pacientes que utilicen algunas de estas estrategias de autocuidado en casa como parte de su plan de tratamiento: El uso de hielo, terapia de puntos de activación automática, ejercicio (especialmente el fortalecimiento de los flexores profundos del cuello) y suplementos nutricionales.